A
la hora señalada, nos ametrallaron con una noticia espantosa para cualquier
persona, y más aún cuado se tratan de laburantes que se levantan todos los dás
bien temprano para poder llevar el pan a la casa.
El
hilo SIEMPRE se corta por lo más delgado y echarle la culpa a un banderillero
porque no estaba en tal o cual lugar habla explícitamente de cómo se lavan las
manos las empresas privadas, que en este país son tan bien vistas, en vez de
hacerse cargo de la responsabilidad que les compete.
La
tragedia de Flores pudo haberse evitado si se hubiese cumplido con la presencia
estatal (pero no con la presencia de la Nación o de funcionarios de turno que no hacen
otra cosa más que tirarse mierda por que la responsabilidad era de uno u otro
gobierno, o que ponen la cara para decir que lo que pasó es una terrible
tragedia y que es lamentable… Eso ya lo se, y de hecho lo estoy viendo y
sintiendo como tal); La presencia del Estado como verdadero regulador y
controlador de las empresas que se llenan los bolsillos y no reinvierten en lo
que les toca explotar.
Alguna
vez lo dije en el texto: La culpa no es
de la bestia… “…Esa misma idiotez, costumbre y/o corrupción en la que
estamos constantemente inmersos ante la ausencia del Estado, es la misma que
hace que un tren, un subte o un colectivo arranque con los pasajeros colgados
en los estribos, o viajando parados y amontonados, en donde las salidas son
aberturas que se abren únicamente hacia adentro y sin dejar de mencionar las
que son de apertura electrónica. Todos miramos hacia otro lado.
¿Alguien se puede imaginar viajar
en un colectivo, tren o subte sin pasajeros parados (…) Sin sentir que, en
el amontonamiento, estoy peor que en un recital? Por que al menos, y de última,
al recital voy por que me gusta.
Si
hacemos un paralelo con la tragedia de Cromañón, ¿la capacidad permitida de
personas que caben en un colectivo o en un vagón de tren estaba excedida? ¿las
salidas de emergencia estaban debidamente señalizadas? ¿la activación de las
mismas era de fácil accionamiento? ¿quién es más responsable en este caso? ¿el
colectivero que paso con la barrera baja? ¿La empresa de trenes, que es tan
incompetente, que no se preocupa por el estado de sus instalaciones? ¿la
ausencia estatal por no realizar los controles correspondientes? ¿el maquinista
que manejaba el tren que termina embistiendo al colectivo? ¿o todo es una suma
de errores y negligencias que hacen que lo que es corrupto, anormal e ilegal
termine siendo parte de un folklore cotidiano en donde no pasa nada y está todo
bien?
Las
víctimas no vuelven y cada día sigo pensando en la gran verdad que dice una
frase de Hermética: “… El pobre no es noticia vivo, enfermo o muerto…”.